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jueves, 14 de marzo de 2013

Nota en Villa Mercedes, San Luis

Nota en Villa Mercedes, San Luis

http://www.eldiariodelarepublica.com/provincia/Uniran-Rosario-y-Mexico-en-una-bicicleta-de-bambu-20130314-0034.html
El Diario De La República


PROVINCIA - | 14-03-2013 | 18:45 |

Unirán Rosario y México en una bicicleta de bambú

Manuel y Jimena salieron el sábado y prevén llegar a destino en un año. El vehículo se los fabricó a medida un amigo rosarino. En su paso por Villa Mercedes, contaron detalles de su aventura.
Manuel y Jimena son dos jóvenes rosarinos que como muchos desearían, dejaron todo para lanzarse a una aventura que planeaban desde hace mucho: unir Rosario, su ciudad natal, con México en bicicleta. Lo particular de la hazaña es que harán el viaje a bordo de una bicicleta doble fabricada íntegramente de cañas de bambú, vehículo que un amigo les fabricó a medida.
“Esto lo hacemos por un gusto, por aventura, hace rato que queríamos hacer algo así y dijimos éste es el momento… si no lo hacemos ahora no lo hacemos más”, comentó Manuel, que hace una semana dejó su casa rumbo al lejano destino que eligió junto a su pareja. “Trabajábamos los dos en relación de dependencia, éramos empleados digamos, pero bueno, abandonamos todo para poder hacer el viaje. Dijimos ahora o nunca, así que nos jugamos”, agregó Jimena.
La idea, según sus planes, es ir hasta Mendoza, bajar hasta Bariloche y cruzar a Chile. “De ahí ir subiendo hasta el norte, recorriendo y conociendo esta zona que nos gusta mucho para luego conocer los países latinoamericanos”, dijo Manuel, que estima que el viaje les demandará al menos un año, aunque aclaró que “puede ser un poquito más o un poquito menos”.
La idea de que una aventura de estas características sólo puede ser realizada por personas altamente entrenadas quedó descartada entre risas por Jimena, que confesó que se prepararon poco y nada antes de salir. “Quisimos empezar a entrenar hace más de medio año, pero salimos sólo un día y nada más. Siempre fuimos de andar en bici, pero por la ciudad solamente, unos 30 kilómetros por día igual. Pero en el camino mismo se va entrenando”, aseguró.
Un vehículo particular. “La bicicleta en la que viajamos el doble y está hecha de caña de bambú, fabricada a medida para nosotros por Nicolás Masuelli, un amigo de allá de Rosario que ya venía fabricando este tipo de bicicletas, sólo que nunca había hecho una doble”, detalló Manuel.
Todo el cuadro de la bici es de bambú, aunque todos los otros elementos y accesorios que utiliza para moverse son de una bici convencional.
Al vehículo se le suman los casi 70 kilos de equipaje que esta pareja carga. “Viajamos con todo: la carpa, todo lo de camping y lo de cocina, las herramientas, la ropa, los elementos de higiene… todo, es una casa ambulante”, bromeó el joven.
“Cuando Nicolás terminó de hacer la bici hicimos un viajecito de una semana para probarla y anduvo perfecto”, continuó el aventurero, “en lo que vamos de viaje hicimos un promedio de cien kilómetros por día, pero depende del viento y de la lluvia”.
Sin ayuda. Ante la consulta sobre si alguien los ayuda con el viaje, la pareja respondió que no: “Todo lo fuimos haciendo por nuestra cuenta. Por ahí algún conocido nos quiso dar una mano, pero no fuimos a buscar ayuda ni sponsor a ningún lugar”, dijo Manuel. “Nos ayuda la gente que nos vamos cruzando por el camino, que siempre te van dando una mano con algo”, agregó Jimena.

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El Diario De La República


PROVINCIA - | 14-03-2013 | 18:45 |

Unirán Rosario y México en una bicicleta de bambú

Manuel y Jimena salieron el sábado y prevén llegar a destino en un año. El vehículo se los fabricó a medida un amigo rosarino. En su paso por Villa Mercedes, contaron detalles de su aventura.
Manuel y Jimena son dos jóvenes rosarinos que como muchos desearían, dejaron todo para lanzarse a una aventura que planeaban desde hace mucho: unir Rosario, su ciudad natal, con México en bicicleta. Lo particular de la hazaña es que harán el viaje a bordo de una bicicleta doble fabricada íntegramente de cañas de bambú, vehículo que un amigo les fabricó a medida.
“Esto lo hacemos por un gusto, por aventura, hace rato que queríamos hacer algo así y dijimos éste es el momento… si no lo hacemos ahora no lo hacemos más”, comentó Manuel, que hace una semana dejó su casa rumbo al lejano destino que eligió junto a su pareja. “Trabajábamos los dos en relación de dependencia, éramos empleados digamos, pero bueno, abandonamos todo para poder hacer el viaje. Dijimos ahora o nunca, así que nos jugamos”, agregó Jimena.
La idea, según sus planes, es ir hasta Mendoza, bajar hasta Bariloche y cruzar a Chile. “De ahí ir subiendo hasta el norte, recorriendo y conociendo esta zona que nos gusta mucho para luego conocer los países latinoamericanos”, dijo Manuel, que estima que el viaje les demandará al menos un año, aunque aclaró que “puede ser un poquito más o un poquito menos”.
La idea de que una aventura de estas características sólo puede ser realizada por personas altamente entrenadas quedó descartada entre risas por Jimena, que confesó que se prepararon poco y nada antes de salir. “Quisimos empezar a entrenar hace más de medio año, pero salimos sólo un día y nada más. Siempre fuimos de andar en bici, pero por la ciudad solamente, unos 30 kilómetros por día igual. Pero en el camino mismo se va entrenando”, aseguró.
Un vehículo particular. “La bicicleta en la que viajamos el doble y está hecha de caña de bambú, fabricada a medida para nosotros por Nicolás Masuelli, un amigo de allá de Rosario que ya venía fabricando este tipo de bicicletas, sólo que nunca había hecho una doble”, detalló Manuel.
Todo el cuadro de la bici es de bambú, aunque todos los otros elementos y accesorios que utiliza para moverse son de una bici convencional.
Al vehículo se le suman los casi 70 kilos de equipaje que esta pareja carga. “Viajamos con todo: la carpa, todo lo de camping y lo de cocina, las herramientas, la ropa, los elementos de higiene… todo, es una casa ambulante”, bromeó el joven.
“Cuando Nicolás terminó de hacer la bici hicimos un viajecito de una semana para probarla y anduvo perfecto”, continuó el aventurero, “en lo que vamos de viaje hicimos un promedio de cien kilómetros por día, pero depende del viento y de la lluvia”.
Sin ayuda. Ante la consulta sobre si alguien los ayuda con el viaje, la pareja respondió que no: “Todo lo fuimos haciendo por nuestra cuenta. Por ahí algún conocido nos quiso dar una mano, pero no fuimos a buscar ayuda ni sponsor a ningún lugar”, dijo Manuel. “Nos ayuda la gente que nos vamos cruzando por el camino, que siempre te van dando una mano con algo”, agregó Jimena.

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