My CSS web page!

Páginas

-->

domingo, 2 de junio de 2013

Entrevista por un grande: Ale Córdoba - para Sustentator -

POR ALEJANDRO CORDOBA - MAYO 30, 2013

Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.

PUBLICADO EN DESTACADOSOPINIÓN

Habíamos pautado la entrevista al mediodía pero Manu y Mena lo suspendieron a último momento y, luego de reprogramar nuestra cita virtual para la noche, me despedí de ellos con la frase que titula este artículo. Aquel mensaje, que sonaba fantástico, también era parte de la realidad que ambos estaban viviendo.
561416 10151511297639871 479003772 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.

Al volver a comunicarnos ellos cumplían 53 días de viaje. Algunos meses antespublicamos que su sueño era recorrer América Latina en una bici tándem de bambú y ahora nuestra pretensión es que nos digan cómo la están pasando, que nos detallen cómo es cumplir un sueño.
–¿Qué provincias recorrieron hasta el momento?
–Mena: Salimos de Santa Fe, recorrimos Córdoba, San Luis, Mendoza y ahora estamos en Neuquén.
20904 10151529980329871 545749458 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
En la entrevista anterior dijeron que se sentían vacíos y con ganas de romper la rutina, ¿cómo se sienten ahora?
–Jimena: Creo que es una pregunta más bien personal así que respondo por mí: ¡me siento feliz! Confirmo día a día que es esto lo que quería y hasta me atrevo a decir: necesitaba. El viaje no deja de sorprenderme, todo es mejor de lo que “esperaba” (y lo digo entre comillas porque no tenía tantas expectativas).
–Contame un día de los que más te hayan gustado. Uno sólo de esos días, cómo empezó, qué hicieron, cómo terminó.
–Es difícil seleccionar uno solo. Destaco y recuerdo el segundo día en Malargüe. Era sábado, habíamos llegado la tardecita anterior y, por primera vez en más de un mes de viaje, nos vimos obligados a pagar por hospedaje. Estábamos en el camping municipal porque no conseguimos otra alternativa y pasamos bastante frío. Esa noche heló.
–Al día siguiente nos levantamos, intentamos poner buena cara y salimos cerca del mediodía para conectarnos a internet y buscar otro hospedaje. No pudimos contactarnos con nadie, nadie se nos acercó con mucha energía, las horas pasaban y el panorama era bastante oscuro.
149047 10151511343759871 365408149 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
–Cuando estaba por caer el sol decidimos dejar de esperar y nos preparamos para ir a pasar la noche a orillas del río, donde algunos lugareños nos habían dicho que algunas personas solían ir. Fui al baño antes de partir y cuando volví ¡me encontré con la mejor noticia del día! Manu me dijo: “un hombre nos invitó a su casa”, a lo que respondí: “¿En serio? ¿Quién es? ¡Vamos!”. Enseguida intentamos comunicarnos para confirmarle que aceptábamos su invitación pero no tuvimos suerte y, luego de un rato, nos dirigimos a su casa con las indicaciones que había dejado.
–Al llegar nos encontramos con tres de sus hijos pero no sabían nada de nosotros. De todos modos nos hicieron pasar, empezamos a conocernos. Más tarde llegó Ángel (su padre, quién nos había invitado) y enseguida puso manos a la obra para preparar empanadas.
–¡Nos sentimos como en casa! ¡Fue increíble esa familia! Nos quedamos tres días con ellos, compartiendo comidas, paseos, juegos, películas, charlas… ¡Ángel nos dio su cama y él dormía en la habitación de las hijas! Quedamos más que agradecidos, sorprendidos con tanto cariño y hospitalidad.
–Ese sábado fue uno de esos días maravillosos que sólo un viaje así te permite vivir. Cuando nada sale, cuando te sentís triste, cuando extrañás tu casa, tu familia, y parece que vas a tener que bancártela, pasan cosas como esa. Aparece gente como esa familia, “los Bravo de Malargüe”, que pueden hacerte sentir en casa y brindarte el calor que tanto se extraña por momentos.
483631 10151536989339871 1670016158 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
Me contás sobre la alegría de “sentirse como en casa” pero ustedes están dando una vuelta larga y muy lejos de su casa. ¿Ya saben por qué viajan?
–Mena: En este tiempo nos dimos cuenta, vivenciamos, que estando lejos uno aprende a valorar todo aquello que la rutina convierte en costumbre. Creo que por eso nos alegramos al “sentirnos como en casa”. Viajamos porque queremos vivir intensamente, porque creemos que hay cosas que no se estudian ni se aprenden de relatos ajenos, sino que se viven realmente cuando se experimentan.
¿Y qué aprendieron hasta el momento?
–Mena: Que el amor es lo más importante y, sobretodo, creo que aprendimos a ver amor donde no lo veíamos. Aprendimos a valorar cada cosa, cada gesto, cada momento. A vivir el hoy sin preocuparnos por mañana. O, más bien, ocupándonos. Aprendemos con cada pedaleada a manejar nuestra mente, a controlar la ansiedad, a luchar con el cansancio, a templar nuestro carácter. Y supongo que aprendemos más, pero quizás aún no somos del todo conscientes.
483931 10151511353904871 1405419197 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
–¿Qué podés agregar Manuel?
–Manu: Pienso que hasta el momento hemos vivido muchas experiencias buenas, eso nos permite sentirnos cómodos con nuestra decisión de hacer este viaje y seguir adelante. Y algo que ya sabía pero igual sigue siendo hermoso y sorprendente: además de lugares preciosos, la generosidad de mucha gente.
Y, junto a esa sensación de alegría y aprendizajes, también les pido que me cuenten sobre el costo de la decisión que atañe este viaje. Primero sobre las dificultades que tienen que atravesar en el día a día y después que detallen qué piensan que pierden por irse tan lejos.
–Mena: La verdad que no sentimos que estamos perdiendo nada. Por el contrario estamos ganando todos los días. Invirtiendo nuestro tiempo en algo que nos gusta y nos hace bien de varias formas. El día a día tiene una “rutina”, si se quiere. Tenemos que levantarnos, ocuparnos de armar la Bambu, buscar agua y alimento para el o los días siguientes, salir y ver la ruta, las localidades por donde podemos pasar. Una vez que llegamos a donde queremos debemos buscar un lugar para pasar la noche. Empezamos buscando campings, polideportivos, la policía, los bomberos, turismo… y así hasta encontrar ese lugar. Luego nos ocupamos de la cena y alguna otra cosa.
–Hace poco leí la frase: “Un viaje no son los paisajes que se visitan, las fotos que se sacan ni los recuerdos que se compran. Un viaje es más que nada la gente que se conoce en el camino”. Les pido que por favor me hablen sobre la gente que Uds. conocieron, ¿con quienes se encontraron en el camino?
–Mena: Nada más certero que esa frase. Conocimos muchísima gente y creemos que no por casualidad sino por causalidad. ¡Y la gran mayoría buenas personas!
–Nos encontramos con gente que nos dio afecto como si nos conociera de siempre. Con gente que al saber de nuestro viaje revivió sus propias experiencias y nos las compartió con alegría, con personas que al vernos llegó a emocionarse hasta las lágrimas, que nos abrió su corazón, que luego de unos pocos minutos de conversación nos ofreció hospedaje, comida, ayuda, consejos y mucho más. ¡Nos encontramos con Buena Gente!
–Por momentos nos cuesta creerlo, venimos de una ciudad grande donde la violencia se incrementa, donde nos enseñan desde chicos a cuidarnos del prójimo porque ya nada es seguro, porque vivimos rodeados de delincuencia y crecimos con esa cuota de paranoia y desconfianza en las personas. Y este viaje nos está confirmando lo que sospechábamos: aún existen los valores y hay muchísimas buenas personas. No sabemos todavía por qué tenemos la suerte de encontrarnos con esa gente pero así sucede.
534109 10151529979754871 1895386088 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
-Además de viajar ¿están sumando otras ideas o proyectos?
–Mena: Sí también estamos buscando nuestro lugar en el mundo, no viajamos observando sólo los paisajes, nos interesa conocer las costumbres, la cultura, la energía de cada lugar. Soñamos con tener una casa en donde podamos vivir como más nos gusta: en paz, rodeados de buenas personas y naturaleza, criar a nuestros futuros hijos donde puedan tener una niñez feliz y con padres presentes, no estresados por el entorno. Además estamos seguros de que surgirán más ideas y proyectos porque estamos predispuestos a que eso suceda.
–¿Qué está sucediendo con el grupo que armaron en Facebook? ¿Se conectan mucho, cómo lo manejan?
–Manu: Aunque muchos no lo crean generalmente no tenemos tiempo ni acceso a internet, entonces cuando podemos entramos, subimos fotos y novedades del viaje. Mucha gente que conocemos en el camino se hace parte del grupo y así podemos seguir en contacto con ellos.
558058 10151529978664871 1890643238 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
–¿Necesitan ayuda? ¿Quisieran solicitar apoyo de quienes lean esta entrevista? De ser así cuéntenme qué ciudades van a visitar pronto y cómo pueden ayudarlos?
–Mena: Siempre necesitamos ayuda, sobre todo con el tema del hospedaje. Sería imposible solventar este viaje afrontando ese gasto. Y otra manera de ayudarnos es con la compra de los llaveritos que hicimos con el fin de no portar dinero en efectivo e ir generándolo en el camino (podemos enviarlos a cualquier parte, nos pueden contactar por mail o mensajes en Facebook).
Nuestros próximos destinos son Cutral Co, luego iremos a Zapala, Las Lajas, Loncopué, Caviahue, Copahue y de ahí seguiremos hacia abajo, hasta Bariloche. Por el momento ese es el derrotero pero sabemos que puede cambiar.
–¡Últimas dos preguntas! ¿Cómo está la bici, ya tiene nombre? ¿Y qué más les gustaría compartir con sus lectores?
–Manu: “La Bambu” está bien, por suerte. Siempre dispuesta a rodar con todo el peso encima. ¡Y queremos compartir todo! Como tantos hacen con nosotros en el camino. Así que invitamos a escribirnos a los que quieran comunicarse, a que envíen sus preguntas técnicas o específicas, o lo que sea. Responderemos encantados.
“Juntos es mejor”, su grupo en Facebook:http://www.facebook.com/groups/182240731899967/

domingo, 2 de junio de 2013

Entrevista por un grande: Ale Córdoba - para Sustentator -

POR ALEJANDRO CORDOBA - MAYO 30, 2013

Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.

PUBLICADO EN DESTACADOSOPINIÓN

Habíamos pautado la entrevista al mediodía pero Manu y Mena lo suspendieron a último momento y, luego de reprogramar nuestra cita virtual para la noche, me despedí de ellos con la frase que titula este artículo. Aquel mensaje, que sonaba fantástico, también era parte de la realidad que ambos estaban viviendo.
561416 10151511297639871 479003772 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.

Al volver a comunicarnos ellos cumplían 53 días de viaje. Algunos meses antespublicamos que su sueño era recorrer América Latina en una bici tándem de bambú y ahora nuestra pretensión es que nos digan cómo la están pasando, que nos detallen cómo es cumplir un sueño.
–¿Qué provincias recorrieron hasta el momento?
–Mena: Salimos de Santa Fe, recorrimos Córdoba, San Luis, Mendoza y ahora estamos en Neuquén.
20904 10151529980329871 545749458 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
En la entrevista anterior dijeron que se sentían vacíos y con ganas de romper la rutina, ¿cómo se sienten ahora?
–Jimena: Creo que es una pregunta más bien personal así que respondo por mí: ¡me siento feliz! Confirmo día a día que es esto lo que quería y hasta me atrevo a decir: necesitaba. El viaje no deja de sorprenderme, todo es mejor de lo que “esperaba” (y lo digo entre comillas porque no tenía tantas expectativas).
–Contame un día de los que más te hayan gustado. Uno sólo de esos días, cómo empezó, qué hicieron, cómo terminó.
–Es difícil seleccionar uno solo. Destaco y recuerdo el segundo día en Malargüe. Era sábado, habíamos llegado la tardecita anterior y, por primera vez en más de un mes de viaje, nos vimos obligados a pagar por hospedaje. Estábamos en el camping municipal porque no conseguimos otra alternativa y pasamos bastante frío. Esa noche heló.
–Al día siguiente nos levantamos, intentamos poner buena cara y salimos cerca del mediodía para conectarnos a internet y buscar otro hospedaje. No pudimos contactarnos con nadie, nadie se nos acercó con mucha energía, las horas pasaban y el panorama era bastante oscuro.
149047 10151511343759871 365408149 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
–Cuando estaba por caer el sol decidimos dejar de esperar y nos preparamos para ir a pasar la noche a orillas del río, donde algunos lugareños nos habían dicho que algunas personas solían ir. Fui al baño antes de partir y cuando volví ¡me encontré con la mejor noticia del día! Manu me dijo: “un hombre nos invitó a su casa”, a lo que respondí: “¿En serio? ¿Quién es? ¡Vamos!”. Enseguida intentamos comunicarnos para confirmarle que aceptábamos su invitación pero no tuvimos suerte y, luego de un rato, nos dirigimos a su casa con las indicaciones que había dejado.
–Al llegar nos encontramos con tres de sus hijos pero no sabían nada de nosotros. De todos modos nos hicieron pasar, empezamos a conocernos. Más tarde llegó Ángel (su padre, quién nos había invitado) y enseguida puso manos a la obra para preparar empanadas.
–¡Nos sentimos como en casa! ¡Fue increíble esa familia! Nos quedamos tres días con ellos, compartiendo comidas, paseos, juegos, películas, charlas… ¡Ángel nos dio su cama y él dormía en la habitación de las hijas! Quedamos más que agradecidos, sorprendidos con tanto cariño y hospitalidad.
–Ese sábado fue uno de esos días maravillosos que sólo un viaje así te permite vivir. Cuando nada sale, cuando te sentís triste, cuando extrañás tu casa, tu familia, y parece que vas a tener que bancártela, pasan cosas como esa. Aparece gente como esa familia, “los Bravo de Malargüe”, que pueden hacerte sentir en casa y brindarte el calor que tanto se extraña por momentos.
483631 10151536989339871 1670016158 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
Me contás sobre la alegría de “sentirse como en casa” pero ustedes están dando una vuelta larga y muy lejos de su casa. ¿Ya saben por qué viajan?
–Mena: En este tiempo nos dimos cuenta, vivenciamos, que estando lejos uno aprende a valorar todo aquello que la rutina convierte en costumbre. Creo que por eso nos alegramos al “sentirnos como en casa”. Viajamos porque queremos vivir intensamente, porque creemos que hay cosas que no se estudian ni se aprenden de relatos ajenos, sino que se viven realmente cuando se experimentan.
¿Y qué aprendieron hasta el momento?
–Mena: Que el amor es lo más importante y, sobretodo, creo que aprendimos a ver amor donde no lo veíamos. Aprendimos a valorar cada cosa, cada gesto, cada momento. A vivir el hoy sin preocuparnos por mañana. O, más bien, ocupándonos. Aprendemos con cada pedaleada a manejar nuestra mente, a controlar la ansiedad, a luchar con el cansancio, a templar nuestro carácter. Y supongo que aprendemos más, pero quizás aún no somos del todo conscientes.
483931 10151511353904871 1405419197 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
–¿Qué podés agregar Manuel?
–Manu: Pienso que hasta el momento hemos vivido muchas experiencias buenas, eso nos permite sentirnos cómodos con nuestra decisión de hacer este viaje y seguir adelante. Y algo que ya sabía pero igual sigue siendo hermoso y sorprendente: además de lugares preciosos, la generosidad de mucha gente.
Y, junto a esa sensación de alegría y aprendizajes, también les pido que me cuenten sobre el costo de la decisión que atañe este viaje. Primero sobre las dificultades que tienen que atravesar en el día a día y después que detallen qué piensan que pierden por irse tan lejos.
–Mena: La verdad que no sentimos que estamos perdiendo nada. Por el contrario estamos ganando todos los días. Invirtiendo nuestro tiempo en algo que nos gusta y nos hace bien de varias formas. El día a día tiene una “rutina”, si se quiere. Tenemos que levantarnos, ocuparnos de armar la Bambu, buscar agua y alimento para el o los días siguientes, salir y ver la ruta, las localidades por donde podemos pasar. Una vez que llegamos a donde queremos debemos buscar un lugar para pasar la noche. Empezamos buscando campings, polideportivos, la policía, los bomberos, turismo… y así hasta encontrar ese lugar. Luego nos ocupamos de la cena y alguna otra cosa.
–Hace poco leí la frase: “Un viaje no son los paisajes que se visitan, las fotos que se sacan ni los recuerdos que se compran. Un viaje es más que nada la gente que se conoce en el camino”. Les pido que por favor me hablen sobre la gente que Uds. conocieron, ¿con quienes se encontraron en el camino?
–Mena: Nada más certero que esa frase. Conocimos muchísima gente y creemos que no por casualidad sino por causalidad. ¡Y la gran mayoría buenas personas!
–Nos encontramos con gente que nos dio afecto como si nos conociera de siempre. Con gente que al saber de nuestro viaje revivió sus propias experiencias y nos las compartió con alegría, con personas que al vernos llegó a emocionarse hasta las lágrimas, que nos abrió su corazón, que luego de unos pocos minutos de conversación nos ofreció hospedaje, comida, ayuda, consejos y mucho más. ¡Nos encontramos con Buena Gente!
–Por momentos nos cuesta creerlo, venimos de una ciudad grande donde la violencia se incrementa, donde nos enseñan desde chicos a cuidarnos del prójimo porque ya nada es seguro, porque vivimos rodeados de delincuencia y crecimos con esa cuota de paranoia y desconfianza en las personas. Y este viaje nos está confirmando lo que sospechábamos: aún existen los valores y hay muchísimas buenas personas. No sabemos todavía por qué tenemos la suerte de encontrarnos con esa gente pero así sucede.
534109 10151529979754871 1895386088 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
-Además de viajar ¿están sumando otras ideas o proyectos?
–Mena: Sí también estamos buscando nuestro lugar en el mundo, no viajamos observando sólo los paisajes, nos interesa conocer las costumbres, la cultura, la energía de cada lugar. Soñamos con tener una casa en donde podamos vivir como más nos gusta: en paz, rodeados de buenas personas y naturaleza, criar a nuestros futuros hijos donde puedan tener una niñez feliz y con padres presentes, no estresados por el entorno. Además estamos seguros de que surgirán más ideas y proyectos porque estamos predispuestos a que eso suceda.
–¿Qué está sucediendo con el grupo que armaron en Facebook? ¿Se conectan mucho, cómo lo manejan?
–Manu: Aunque muchos no lo crean generalmente no tenemos tiempo ni acceso a internet, entonces cuando podemos entramos, subimos fotos y novedades del viaje. Mucha gente que conocemos en el camino se hace parte del grupo y así podemos seguir en contacto con ellos.
558058 10151529978664871 1890643238 n Vayan a dar la vuelta al mundo y vuelvan para la cena.
–¿Necesitan ayuda? ¿Quisieran solicitar apoyo de quienes lean esta entrevista? De ser así cuéntenme qué ciudades van a visitar pronto y cómo pueden ayudarlos?
–Mena: Siempre necesitamos ayuda, sobre todo con el tema del hospedaje. Sería imposible solventar este viaje afrontando ese gasto. Y otra manera de ayudarnos es con la compra de los llaveritos que hicimos con el fin de no portar dinero en efectivo e ir generándolo en el camino (podemos enviarlos a cualquier parte, nos pueden contactar por mail o mensajes en Facebook).
Nuestros próximos destinos son Cutral Co, luego iremos a Zapala, Las Lajas, Loncopué, Caviahue, Copahue y de ahí seguiremos hacia abajo, hasta Bariloche. Por el momento ese es el derrotero pero sabemos que puede cambiar.
–¡Últimas dos preguntas! ¿Cómo está la bici, ya tiene nombre? ¿Y qué más les gustaría compartir con sus lectores?
–Manu: “La Bambu” está bien, por suerte. Siempre dispuesta a rodar con todo el peso encima. ¡Y queremos compartir todo! Como tantos hacen con nosotros en el camino. Así que invitamos a escribirnos a los que quieran comunicarse, a que envíen sus preguntas técnicas o específicas, o lo que sea. Responderemos encantados.
“Juntos es mejor”, su grupo en Facebook:http://www.facebook.com/groups/182240731899967/
Con la tecnología de Blogger.